Una de las razones principales por las que decidí estudiar ingeniería civil es la gran variedad de ámbitos en los que se puede ejercer y como el nombre lo dice, el ingeniero es aquél que aplica conocimientos o “ingenia” soluciones a los problemas de la sociedad. Asimismo, es una de las personas que más modifica el ambiente en la búsqueda de soluciones. Por ejemplo, el creciente número total de población hace necesaria la construcción de soluciones habitacionales, por lo que una zona de agricultura puede convertirse en una zonas de altas torres de apartamentos.
Es por esto que hoy en día, el ejercicio de la profesión no sólo tiene como principal objetivo el buscar soluciones a las personas que requieran un servicio al menor costo, sino también con el menor impacto ambiental posible.
La ingeniería civil se divide principalmente en seis áreas, para cada una de ellas en su relación con el cuido de nuestro planeta se tiene:
-Área de construcción y estructural: estas áreas son quizá aquellas que impacten de mayor magnitud nuestro entorno. La construcción de edificaciones (hospitales, oficentros y otros) y proyectos habitacionales han tenido un gran auge en la última década, lo que favorece al desarrollo del país. Sin embargo, cada obra realizada lleva con ello la destrucción de terrenos utilizados principalmente para actividades agrícolas, modificando así las características del suelo. Por ejemplo, un terreno utilizado para el cultivo del café en el cual se construye una urbanización, se ocasiona una impermeabilización del suelo, por lo que el agua que anteriormente era absorbida por la tierra, ahora circulará por las carreteras aumentando la cantidad de agua que transita en el alcantarillado pluvial y afectando mantos acuíferos cercanos al terreno.
Otra de las problemáticas en esta área es la generación de desechos durante el proceso constructivo. Aquí es donde entra la ingeniería estructural, ya que gracias a los grandes avances de la tecnología se pueden realizar mejores diseños y con ello reducir la generación de residuos de concreto, acero, pinturas y otros, así como la reutilización de los mismos en la creación de materiales a partir de estos.
-Área de hidrología, hidráulica y ambiental: en el caso de estas áreas, dentro de los principales problemas se tiene el manejo de las aguas residuales. Así como crece el número de viviendas y edificaciones, crece el volumen total de agua “sucia” o residual, las cuales provienen a partir del uso de servicios sanitarios, lavatorios, lavaplatos y otros. En la última década ha surgido el término “construcción sostenible”, el cual implica la construcción de obras amigables con el ambiente. Nace entonces procesos de tratamientos de aguas para ser reutilizadas, como por el ejemplo el tratamiento de las aguas negras de un hotel para utilizarse en el riego de campos de golf. Lo mismo sucede con el tratamiento de desechos orgánicos para obtener abono y utilizarlo en procesos agrícolas.
-Área de suelos: en los inviernos anteriores hemos vistos muchas emergencias debido a deslizamientos, hundimientos y problemas de tipo geotécnico debido a la construcción de obras que modifican el estado natural del suelo. Nuestro país posee un relieve formado por montañas y volcanes que nos llevan a tener un terreno con altas pendientes que con lleva a la aplicación de estructuras de protección de los mismos para evitar estos desastres.
-Área de carreteras: las carreteras corresponden a una de las obras de mayor importancia en el desarrollo de un país, al ser el medio para comunicar pueblos y llevar servicios a los mismos. Sin embargo, en el caso de obras nuevas en la mayoría de los casos es necesario adentrarse en zonas boscosas, ocasionando la división del sitio destruyendo hábitats y poniendo en peligro especies al cruzar la vía en busca de alimentos. Ejemplo de esto la Ruta Nacional No. 32 y el Parque Nacional Braulio Carrillo.
Dicho esto, hoy en día esta rama enfrenta grandes retos debido al calentamiento global y en general el creciente daño al ambiente, por lo que el papel fundamental del ingeniero civil no debe ser únicamente el idear o construir infraestructura que facilite la vida de quienes integran la sociedad, sino más bien velar porque cada obra signifique proteger la biosfera y todos los recursos que conforman este planeta.
